lunes, 12 de enero de 2015

Otras maneras de aprender: Los cuentos populares

Hay muchas maneras de conocer tradiciones  y formas de vida pasadas. Muchas veces, revisando las cosas más mundanas y aparentemente simples. Los objetos cotidianos , que es lo que representa el museo al fin y al cabo, es uno de los testimonios que nos permiten conocer el pasado y la sociedad.



Puedes conocer aspectos concretos, conociendo por ejemplo los entornos en los que esa gente tenía que vivir. Lo que comía. El dinero que manejaba ...o en este caso las historias que cuentan.

Los cuentos son importantes. Son un testimonio vivo de las creencias de un pueblo, y transmiten a los más pequeño una serie de valores, tabúes y formas de comportamiento. Los cuentos populares españoles, no son una excepción y hay muchas formas de iniciarse en ellos.

Para el caso español,  tenemos la magnífica recopilación de Antonio Almodovar, que puede encontrarse en dos tomos (cuentos al amor de la lumbre), y tenemos más casos. Las mil y una noches también es un gran ejemplo, que tiene multitud de historias que sirven no solo para entretener, sino para educar (en este caso, en el islam)

Lo más asombroso, es que leyendo historias de muchos ámbitos (las mil y una noches, cuentos tradicionales palestinos,  cuentos tradicionales alemanes, y españoles) las historias tienen muchas cosas en común (literalmente, hay muchas que son clavadas) ya que cuentan con un mismo origen, son cuentos orales que se ponen por escrito de forma muy tardía; recopilados por una figura como Antonio Almodovar o los hermanos Grimm.
Son historias violentas y crudas muchas veces. Los niños de antes no eran inocentes. Y los cuentos eran una manera de imbuirlas de los problemas y preocupaciones de la vida, los tabúes, los miedos, las creencias.

Son historias sencillas en las que un personaje, muchas veces valiéndose de su astucia, consigue derrotar a un gigante y casarse con una princesa, o ser rico, o entrar al cielo. O en las que el malo de turno de la historia muere de una forma...desagradable (hervido en brea, apaleado o ahogado, por poner ejemplos sueltos)

Hay muchas maneras de disfrutarlas. Pero yo os voy a poner el canal de una persona que se dedica a contar a Niños (y personas de todas las edades) cuentos murcianos de tradición oral.

Canal Pepica

¡Animaos!

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